3.28.2007

Compartidos


Te sientas a su lado y escuchas, una y otra vez, murmullos que se alejan, pequeños bosquejos que van quedando y lagunas vacías que nunca podrán volver a revolverse, agotar o crecer. Y escuchas sus ruegos y alientas sus despedidas. Unas veces campanas vacías y otros tambores a lugares a los que nadie nunca… pudiera devolver.

Y te sientas a su lado y el peso a tus espaldas se hace duro y jorobado, te das cuenta que las curvas señalan canas en tu pecho y que las rodillas empiezan a ordenar un ritmo, comienzan a ser humildes, un otoño de oro, de paz y riquezas… por corresponder.

Te sientas a su lado esperando que algo ocurra, pero en realidad la vida sigue, y no hay mayor suerte para la despedida que el haberse visto luchando en parajes de fortunas, que haber tomado entre tus manos el cáliz de los sueños, una y otra vez… en cada atardecer.

Tú que Te sientas a su lado… alguien te dice… levántate y anda… que los muertos no se olvidan, que cada latido enjuga sus lágrimas de la sabiduría de vivir, el poder concedido de la supervivencia, la experiencia día a día, una lucha por unas pocas gotas compartidas ¡sí mi niño, compartidas!… de felicidad, de placer.

Ana

3.24.2007

Junto al río



Las saco del cesto, enredadas en mis manos, aún calientes. Con parsimonia, desperezándome, llenando mis pulmones del aire fresco que me regala la mañana. La cuerda se agita tensa en destellos blancos sobre un firmamento partido en dos.

Al levantarlas una brisa fresca se ha colado entre mis muslos bajo el vestido.…. Tan remolona, gateando, buscando que aparezca y arrancando una sonrisa tímida en mis labios. Tan deseosa que el más mínimo gesto, la más mínima muestra de deseo es una señal para complacer, para sentirla. Expectante y sumida en una incertidumbre que confía en las pausas, en el desorden. Con ganas de aprender, juguetona y traviesa se divierte entre sus hojas, arriba y abajo, invisible y silenciosa. Revoloteando alrededor continuamente…

Veo en tus ojos, veo como tu boca paladea las gotas que se esparcen por el aire, perfumando el ambiente. Veo como los árboles, que se desnudan tímidos, pulverizan su celo sobre el manto de tierra; gimiendo, jadeando, golpeando mis caderas, mi boca, mi coño, mi culo, mis cabellos… cristalinos, plenos y potentes Rayos de sol que en cada gota se mezclan con la lluvia y dibujan un arco iris con cierto sabor… unas veces dulce… otros hiel.

Las primeras pinzas no aguantaron su peso y arrancaron las telas que ahora se elevan con ella juguetonas… para él.

Tuya

3.22.2007

La araña negra


Tan pequeño e indefenso, su piel sudaba fiebre y apenas podía moverse. Está desnudo sobre la cama y una vieja manta de colores deshilachada cae a un lado.
La he visto moverse y al retirarla un poco ha agitado sus largas patas negras, tiene una gran panza... y escapa de su nido para ir junto al niño…

- No, no le hagas daño!!

Le ha picado… le ha curado




3.18.2007

Allí en la arena


Y cuentan que las noches sin luna,
ella taconeaba,
que bañaba su piel,
arribada en sus aguas
entre arenas doradas…

Que su cola gitana
relucía ondulante
mojada en su sangre,
conjurando las orillas
con cascabeles de puro diamante…

Que La Diosa sin alma
tocaba la luna
al compás de las olas,
y se escuchaba en sus cantos
que cambiaba sus lágrimas
por cada caricia
en los brazos del viento…


Y cuentan… que allí está su alma,
que siempre fue,
ha sido,
es y será,

compañera del viento,
que las estrellas danzarán por su amor
y que cada vez que Él la mire ella sonreirá
y se hará de colores… el firmamento…


Tuya



3.15.2007

Uno


Desvirgada… cuando grita el desierto y gimen sus arañas.

No hizo falta nada, estaba preparada.
Simplemente llegó el momento… simplemente ocurriera.

Sus gafas rojas,
su mochila,
su libro negro sobre la almohada,
tacones y medias,
poderosas caderas,
el pecho henchido…
Las letras enredadas entre sus piernas, sin poder decir ni contar nada,
volcadas sobre sábanas incultas, de blanca pasión.

Simplemente ocurriera…
Uno


Tuya

3.14.2007

El viejo campanario



“Y cuentan, que estando perdida,
pudo ver un campario,
oscuro y viejo,
algo invisible que aparecía de la nada.
Y llovía y tronaba,
a un lado de sus ramas,
y en el otro sonreía el despertar de las mañanas.

Y cuentan que tiraban de ella
tempestades que la ahogaban
y suplicó al viento con forma de oso
que tomara el polvo de las estrellas, para guiarla,
dibujara un sendero
y le pidiera que el camino andara.

Alzara sus brazos,
templara su ojos
y esperara un mordisco y sus risas
el juego de la brisa risueña y sincera.

La otra pieza de Su alma, la que a Él siempre pertenecería.”



Leía, se derretía entre sus dedos, inmóvil, escuchando el grifo de agua gotear. Golpeando contra la piedra, sus curvas esparciéndose casi diría que de forma perfecta, humedeciéndola.

Desnuda, la ventana le iba mostrando los cambios de estación. Un pequeño surco que dejó el invierno ahora era barro seco que daba vida a pequeñas hierbas junto al camino.
Resuenan las campanas unas calles más allá. Un coche que pita y la sombra alza el brazo. La bata, su bata, se descuelga del hombro en una caricia, despacio, consiguiendo que ella cierre sus ojos…


Tuya

3.12.2007

El bosque en llamas



Olía el humo de los alrededores, escuchaba los quejidos que se perdían entre las rejas que formaban aquellos árboles a su alrededor, disipándose fugaces, como si participaran de una carrera que les elevaba evasivos a sus cumbres o se sumergía entre los macizos bajo tierra. Olía las pieles sudorosas de los troncos, escupiendo sus resinas, derramándose sobre la tierra como la miel lo hace bajo los rayos del más tórrido sol.

Se retorcía imaginando sus figuras, sus poses dantescas inyectadas en adrenalina intentando huir, almas en danza abrazando la muerte, arañando hasta el último soplo de vida, se apoderaban de la oscuridad. Escuchaba tambalearse las piedras a cada grito, a cada golpe de cuero tañido sobre sus pieles.

Quería despertar, quería desear con todas sus fuerzas que su bosque no hubiera sido profanado pero sus ojos estaban vendados y el hedor de los alrededores parecía querer pellizcarle continuamente cada centímetro de su cuerpo recordándole que estaba allí.

Era ciega observadora de aquellas crueldades… el pánico la dominaba… cuando sintió que unos brazos fuertes la abrazaban sacándola de aquel… infierno rugiendo en llamas?

Tuya

3.11.2007

El sueño de una lagartija



A escasa distancia de la antorcha, los minutos fueron para la lagartija que se empapaba de los primeros rayitos de luz. Y llegó ella, llegó con sus ojillos de cielo y sus labios de pasión, la besó, frotó sus mejillas y la abrazó con fuerza.

… lo que le sucede fueron risas,
fueron gotas de embriaguez coloradas y amarillas,
fue un paseo por los austrias
y miradas con morritos dulces, y otras más… desvergonzadas.

… lo que le sucede fue su porte Caballero,
sin sombrero con cinturón de cuero,
padre del violín, de los viajes góticos,
Dueño de la oscuridad y las trasparencias
de sus triunfos y sus sueños.


… lo que le sucede fue un canasto prometido
la leyenda abierta, desnuda y ancestral,
a la tierra olvidada, a sus faldas verdes sin ligueros,
sin condiciones… la magia,
de un mundo de hielo, de un mundo… de cálido fuego.


Gracias


3.09.2007

La aulladora de sueños




¿Pudiste verla? Cierra los ojos y dame tu mano.

Siénteme golpear mis caderas, gimiendo, adelantándome a la armonía descuidada de la arena que danza bajo sus pezuñas. El viento quebranta mi cuerpo difuminando la silueta de una hembra que galopa desnuda.

Llevo sus crines azuladas anudadas a mis manos, arisca y desbocada, llevo mi sexo rezumando sobre su lomo, su costado. Galopa arrebatador el deseo, teñido de estrellas, dejando un surco perfumado bajo las olas de un cielo agotado.

Galopa hasta ti, siempre juntas,
porque esta noche,
la aulladora de sueños…

Shhhh… te guarda... estuvo a tu lado.


Tuya



Lame


“--¿Qué es una Carrera Loca? (…)
--Bueno, la mejor manera de explicarlo es hacerlo.
(Y por si alguno de vosotros quiere hacer también una Carrera Loca cualquier día de invierno, voy a contaros cómo la organizó el Dodo.)
Primero trazó una pista para la Carrera, más o menos en círculo («la forma exacta no tiene importancia», dijo) y después todo el grupo se fue colocando aquí y allá a lo largo de la pista. No hubo el «A la una, a las dos, a las tres, ya», sino que todos empezaron a correr cuando quisieron, y cada uno paró cuando quiso, de modo que no era fácil saber cuándo terminaba la carrera. Sin embargo, cuando llevaban corriendo más o menos media hora, y volvían a estar ya secos, el Dodo gritó súbitamente:
--¡La carrera ha terminado!
Y todos se agruparon jadeantes a su alrededor, preguntando:
--¿Pero quién ha ganado?
El Dodo no podía contestar a esta pregunta sin entregarse antes a largas cavilaciones, y estuvo largo rato reflexionando con un dedo apoyado en la frente (la postura en que aparecen casi siempre retratados los pensadores), mientras los demás esperaban en silencio. Por fin el Dodo dijo:
--Todos hemos ganado, y todos tenemos que recibir un premio. “

Lewis Carroll



Atenea se arrastra, gatea,
corre, balbucea,
camina erguida,
Él no deja de marcar, un reloj viciado de pautas,
que confía y conoce… incierto en la ruta
el premio de hacerlo, volver a empezar.


Tuya

3.08.2007

Postres ácidos o acaramelados




Se encogió de hombros desesperada y sopló sobre una empolvada agenda que siempre tuvo guardada en el cajón de su escritorio. Tartamudearon sus dedos antes de hacer la llamada, esperando que fuera el consuelo a su desgarro…

- ¿Estas despierta?
- Dime
- ¿Recuerdas cuando éramos niñas? Saltábamos sobre los charcos (… comenzábamos tímidas a desnudarnos), reíamos pensando que la vida sería un juego divertido (… colgábamos en las paredes de nuestro cuarto los postres de sueños acaramelados) y tú siempre estabas ahí (… un pirata te raptó llevándote a las aguas profundas de un mar viciado).
- Claro que Sí
- Necesito ayuda
- Te escucho
- Esos charcos han sido pozos sin fondo de barro (… soy la más puta que sus deseos hubieran pagado), el caos consume los días y no pide permiso a quien el sueño guardaba (… los silencios quedan follados por las multas del aparcamiento frente a un local de intercambios), insulto a mis padres, a mi hermana, a mi esperanza (… mis hijos se amamantan de los breves minutos que les ceden mis llantos)… estoy desolada.
- Ven que te abrazo
- Le amo (… me odio), no puedo estar sola (… piedad por mi), no creo que pueda dejarle… dejarlos así.






3.07.2007

La cúpula



Abrió sus nalgas doloridas, sonrojadas, y metió su polla de un solo golpe al tiempo que ella estallaba en orgasmo incontenido… más tarde volvería a ser un buen motivo para Él.

La había azotado con aquella vara artesanal, arrodillada sobre el viejo confesionario, descubierta ante la insolencia, una y otra vez su cuerpo se estremecía, los contactos de aquel artilugio resonando entre las paredes, apenas unos gemidos en el purgatorio… apenas el zumbido rompiendo el viento y el contacto seco con su piel.

La antigua y deshabitada capilla medieval era parte de su recorrido diario, de sus paseos, era una tarde tronadora, el cielo rompía su solidez con rayos que amenazaban tormenta. Por el camino fue recogiendo pequeñas ramas secas y confeccionándola para luego dejarla en la entrada de su casa, la utilizaría con el ganado. Pero el cielo anticipó su desplome inundando los caminos de tierra y él buscó refugio.

Ella solía ir allí, es el lugar donde fue bautizada… un lugar donde nadie podía verla ni encontrarla. Los atardeceres de lluvia le agradaban, le permitían esconder la mirada del animal, nadie podría sospechar de sus deseos más oscuros. Abría el portón que ella misma había cerrado la última vez y dejaba que apenas unos rayos de luz iluminaran el pasillo, tenuemente, dibujando las siluetas, desnudando sus rocas. Se sentaba en un banco cerca de la puerta y se arrodillada ante él, elevaba sus faldas dejando su culo al descubierto, sólo las medias y el liguero que las sujetaban. Allí sentía su humedad, el frío del viento, el olor de la tierra mojada, un ambiente rudo y acogedor que se iban apoderando de ella… las piernas levemente separadas, traviesa y desafiante… ella y aquellas piedras que le hablaban de los tiempos.



Tuya

3.06.2007

La brisa



Mimosas a los sauces, prunos coronados de rosas… margaritas de colores.

Él camina acompañado, una ráfaga de estrellas le conduce al cielo con su canto, ella le sigue, lanzando canicas de emociones, rojas, verdes, negras, lilas….
El sol nació en su pecho y el ardor de la llama en sus tripas.
Los bestias siguen sus danzas, clamando, volando… sus risas.

Continúa y ella para,
él la mira y sonríe,
da la vuelta,
quiere que la tierra se empape y oler de su vientre… la brisa.



Tuya


3.05.2007

Su secreto


Tomó aquella verga entre sus piernas, rozando su clítoris, humedeciéndola al contacto con su pubis, restregándose con ella… con los ojos fijos en el infinito de la mano que sujetaba firme aquella vara negra. Tirando de sus glúteos, abriéndose, ofreciendo su cuerpo desnudo y su alma cedida al control de sus palabras, de su mirada.

Días atrás la había llamado, sus letras llegaban a su mente como un susurro infernal que descendía por su cuerpo separando sus piernas, estremeciéndola, sumiéndola en el placer más intenso que pudiera desear. Debía arrodillarse, debía dejar que sus dedos se empaparan de su celo y lamerlo hasta correrse, debía serle permitido hacerlo, debía recogerlo a sus pies… como él deseaba, como ella sabía. Le sería concedido… ser su placer.

Era suya… suyo su secreto.




Aaaauuuuuuuuuu...

Tu zorra



3.04.2007

La Reina impropia





La escuchaba lamiendo, gritando, gimiendo… la escuchaba el lamento, la escuchaba a cada paso revolverse enloquecida, deseaba, deseaba como un animal enjaulado salir de su prisión y conquistar a la bestia. Febril y desnuda, sutil en sus movimientos, felina, sensual… arrebatadora de pasiones, loca, exótica desmerecida.

... perra

Acallaba sus voces, doblegándola, fustigándola, deseándola… la reina impropia se arrodillaría y lamería el placer a sus pies sin dejar de gemir, sin de dejar de ser aquel pequeño animal que arrancaba las sedas al día y esparcía su olor, su húmedo celo

... sería Poseída.



Tuya




3.03.2007

Papillon




.. y en la Balconada,
tersa y brillante, relucía desnudándose ante sus ojos,
aullidos y gemidos que se abrían paso desde las entrañas,
devorándose en el firmamento,
Deseando… Deseada

Y entonces alzó los brazos y dejó que su alma volara
Danzando como polvo de estrellas embrujadas;
sería de cabellos negros y entre risas la envolvían
cubriendo su cuerpo, girando sensual, siguiéndole,
siguiendo el parpadeo del guiño celeste, allí arriba…

-Tuya, tuyo, mío…. Mía

La extrañaba y deseaba,
deseaba y llamaba
y en sus bucles juguetones, la vio descender hasta el suelo
a sus pies, junto a Él y su orilla,
separar sus piernas y lamer su celo,
perra y puta, entregadas a mi Dueño… a su sed
puta y perra…
“el rocío sonreía al atardecer”… Plena, Viva


Tuya


3.02.2007

Eclipse




Había encontrado un claro
contenía sus curvas, esparciendo especias aromáticas en su piel,
canela, limón, sus labios,
recorriéndola instrumental al compás de sus jadeos.

Era una muñeca con Alma.

Encadenada a un mástil con luces de plata, que antes del eclipse,
a cada azote
gemía los suspiros por su placer, por sus caricias,
y en el silencio se la escuchaba, se le otorgaba y ella,
ella
aceptaba el castigo a su cuerpo, a su capricho,
animal en doma, deseo, pasión que aúlla…
oscuridad, el alimento de un ser prohibido,
húmeda
atada a su dominio… hasta el alba.


Tuya

3.01.2007

Entropía




Si cerraba los ojos con fuerza, si deseaba,
podría verla sentada a los pies de aquel lago.
Una bella joven de harapientas vestiduras
que vestiría las mañanas con soleados rayos de luz.
Una joven que buscaba entretenida en su mochila
un viejo costurero.

Buscaba el Hilo, para entrelazar con fuerza los cuerpos,
la Aguja que penetraría las pieles,
Y un Dedal
pero el dedal debería de ser mágico
porque ella sabía,
porque ella tenía,
un dedal que tocaría cada sueño… cada vida.


2.28.2007

De La Copa del Placer




De una forma divina, casi mágica… Ella se entrega…Y sus risas, lametones, sus llantos y gemidos se comulgarán líquidos en La Copa. De asperezas se hará la seda en sus labios, de delirios los sabores perdidos y en su paladar la exquisitez.

Sentirá que su voz conduce su alma
Sentirá que cada nota envuelve su ser
Sentirá liberar las entrañas al viento
Sentirá que el latido la arrodilla
… y Su guía tomará forma
Sólo, sólo para ella y Él






2.27.2007

Sade





Y entre las sombras de la noche el ruido de sus pasos despertó a los que dormían.
Un joven jinete, diligente y poderoso. Un caballero de tierras volcánicas que galopaba presto sobre un corcel negro.

La Luna tejía de esencias una capa que tocaría las aguas para él,
el camino de plata para el caballero de la máscara.


Renacía Sade… hoy pariría una madre.

2.26.2007

Eres...


Eres....

Cielo exibicionista
abres tu abrigo negro
y muestras tu forro de estrellas
Nin








2.25.2007

El dulzor de la sal




Allí estaban reunidos,
junto al fuego, en su hogar.
Escuchando sus palabras,
abrazándose,
calmando sus miedos,
recogiendo sus risas, sembrando su paz…


Contaba la tortuga que en sus arrecifes había un mundo de colores

- Créame, Señora ballena.


Contaba el pez payaso que son duras las embestidas del mar

- Créame, Señor calamar.


Y contaban, y contaban que de lágrimas se hizo el mar,
que en sus aguas había vida y la muerte no era cosa de azar.
Que la vida son dos lados, que de uno te caerás,
que el equilibrio y sus caras son tan dulces como la sal.



2.24.2007

El perfume





En la oscuridad, el firmamento
sobre sus ramas, reflejos rojos en cristales rotos,
unas veces etéreos... otras fugaces.

Más allá estrellas de colores
a tus pies;
mi cuerpo sediento, desnudo y erguido, bajo un caño repleto de deseos, que me humedece y me baña, que antes de abrazar la tierra germina, sacia e inunda de vida mi celo de hembra y mujer. Deseándolo, esclavizándome en placer.

Arrastrada... allí se escuchan tus palabras, penetrándome, arrebatándome del sueño y mis entrañas, floreciendo un animal, sosteniendo los frutos que se funden en los dedos, que ponen rumbo entre la niebla siguiendo el eco de tu voz.

… y la serpiente,
nuestra serpiente
estrangula mi cintura,
lentamente,
robando a mi piel el jugo de la pasión sobre tu cuerpo,
relamiéndose
… viciosa…
derramando el fuego de la noche sobre la piel.


Tuya



2.22.2007

Fénix



Que sientes?

Ella ruge, gruñe, aúlla… pide, clama
Siempre atenta a su llamada
en la niebla de la noche,
rasga el útero,
lame el vientre de tierra,
se acaricia; en su azote, en su lágrima, en su piel… en su…

Sigue….

Ella ruge, gruñe, aúlla… pide, clama
Es la hora, ella entiende
no se vuelve, no hace falta,
emprende la carrera
y Él la mira:
- Que la piedra guarde el alba



El violín y las cenizas
ese viejo loco que renace
es el Dueño de su alma
una estela de colores que en el velo de la noche,
siente,
vive,
grita
vuela libre sin alas


“… y por un instante, por un solo segundo, se convirtieron en guiño,en un beso y en una flor.”

Tuya




2.21.2007

Voces





He pasado la noche desnuda sobre su orilla, mullida por el manto verde que la recubre, acunada por el murmullo de las aguas deslizándose en la corriente. Los pájaros me despertaron antes del amanecer, batiendo sus alas, hechizando el rocío de madrugada.

Pequeñas arañas, veloces y tenaces. Tejen afanosas, en hebras la vereda del camino, para servir en copas de cristal el alimento a la mañana.

Su agua corre cristalina, invitándome a su baño de colores, susurrándome sus caricias, siempre tan seductor. Despacio, no quiere que su temperatura me sobresalte, no quiere volver a ahogar una bocanada en mis labios.

Dejaré que su luz dibuje mis curvas doradas, sumergida, flotando, en él. Río abajo volveré a deslizarme por sus cascadas en la erupción que toca el cielo… en libertad.

2.20.2007

Dragones de invierno





Hay días, despertares que siempre pueden ser más húmedos. Las ventanas están empañadas. Coges el abrigo, sales a la calle a sentir como el aire frío abre tus pulmones y te sientas en un banco, bajo un árbol sin hojas, junto a tu casa, en ningún lugar.

Cierras los ojos y notas como sus gotas empapan tu cara, entonces llega una pequeña brisa y abofetea tu rostro, arrancándote sus lágrimas, abres los ojos enfadada, queriendo recuperarlas…- son mías… piensas… - ellas vinieron a mi.

En los extremos cruzados de la calle, guardados por los dragones del invierno y con la nariz roja por el frío, un pequeño juguetea en el recreo feliz mientras otros se retan en fuerza sobre el asfalto, pasándose la pelota.

Él salta en un charco, con sus piernas abiertas y sus brazos alzados, sus ojos se comen el cielo, tocando sus nubes. Y sabe que no, no dejará de llover porque él quiere seguir navegando en su barco... Y entonces te levantas y sonríes, miras el cielo y sonríes.



2.19.2007

Dioses




Un tren que llega a la ciudad, la parsimonia del tiempo que no entiende a los jóvenes que corretean por sus calles, dibujando dioses en sus fachadas, fumándose titanes y gigantes, devorándose.
Las voces de una reina de la noche gritadas al olvido de cupido en un rincón de la habitación de al lado.

Este hotel huele a putas…
He llegado hasta aquí y estoy dispuesta, quieres que baile para ti. Me desnudo lentamente sobre la silla, sin perderte de vista, esperando el más mínimo gesto para comenzar…





Tu pequeña puta

2.18.2007

Secretos




Aún no entran los primeros rayos cuando me sacudo
húmeda,
sudorosa,
jadeante,
frotándome, dispuesta a sucumbir…
lamiéndolo,
lentamente,
perdida en la humedad que se derrama…
delatándome,
cayendo,
gimiendo partituras que no llegan... para ti.



Tuya



2.17.2007

El sudor de la corriente





Es la hora… un pitillo, una cerveza, un mensaje en la distancia… la nariz pintada de colores y los brazos abiertos, para abrazarte.
Pasear por sus calles, en la oscuridad de una letrina, tras la barra y sus cristales, en esa esquina. En un rincón del mundo que nadie ve, que nadie mira. Abrazarte a mí desde la orilla de este río, de este forajido de encuentros que nos ha arrancado a la orilla, frente a frente, deseando enfurecidos el remanso, un lugar a solas, donde gritar que me voy y hacer enloquecer a la de al lado, al de arriba.
Buscar abrazarme a ti en el centro del iris, en el calor de nuestra alma, en los tambores agitados de la respiración elevada en nuestras caderas. El bálsamo, nuestra droga, la carcajada de la pasión en un mordisco al que busca beber su cebada con nombre, fría, dulce y amarga.

Es la hora de abrazarnos, siendo uno; el que escucha, el que piensa, el que siente, el que sabe y el que calla… el que no necesita nada más nada.



Tuya





2.16.2007

By your side

Su manto



He tenido un sueño…

Un manto blanco cubría su ribera venerando su cuerpo por última vez. Pude ver las torres, las madres justicieras de Aragón, arrodillándose postradas en un día teñido de lágrimas por su vida. En ese sueño, Ángeles jugaba en sus nubes y lo que es seguro es que en ese sueño dejó lo mejor de ella… su lucha, su risa, su ilusión… y un nuevo mundo para su pequeña.

Y ahora gracias a ti, creo, creo que no… No, no fue un sueño.




2.14.2007

Entre el cielo y la tierra




Hoy te propongo un baile, desde el silencio y la espera, desde la pasión de la entrega… un pequeño anticipo a nuestra celebración dionisíaca, a nuestro juego, a nuestra bacanal.

Una mascarada irreprimida que nos lleve dónde nuestros más oscuros deseos siquiera alcanzaron tocar.
Beberás de mi cuerpo las entrañas del placer y únicamente comerás de mi carne, tu cuerpo abrazará la tierra y saciarás tus sueños en realidades que no podrás olvidar.

Ahora cubre tu rostro, da comienzo el baile, sólo desea y a tus pies… sus flechas danzarán.



Tuya


Hoy también un eterno abrazo al Amor de una gran mujer.



2.12.2007

Deseo





Arqueo mis caderas… frotándome,
Allí tu viento revuelve las olas, puedo sentir como escapa de mis manos su brisa al interior, replegando la tormenta en el corazón de un torbellino prohibido, negro y azulado.
Frotándome… deseándolo,
más rápido, en esa orilla que me llama, que me toma, que me envuelve. Allí se escucha el rugido de un león, las cadenas que violan la cordura sostenidas por las manos despiadadas de la locura.
Quiero entrar en ti, entregarme a la tentación. Entregarme a tu mirada, ser una pluma en tus manos, ser tu posesión.
Y sigo, sigo, frotándome, suplicando el orgasmo, sentir que se acerca, porque allí soy un volcán bajo tu cielo, sólo un animal rendido… a tu tempestad, a mi perdición.



Tu zorra

2.11.2007

...Viaje




"Permíteme no rogar para que se aplaque mi dolor, sino para que el corazón lo conquiste."
Tagore


Nací ahí, en un lugar dónde la fantasía y la realidad abren sus puertas para comunicarse sin palabras. Donde el instinto, el deseo, la disciplina y la confianza fueron dibujando formas. Ese lugar, en el jardín, donde basta cerrar los ojos para ver un mundo rociado de intensidades, de colores y sabores.

Sus fragancias impregnaron noches y días mi piel, sus lágrimas sirvieron para que la tierra continuara el ciclo de la vida en mi alma… y sus rayos, y sus manos, fueron dando guía a esta pequeña que florece en su cuerpo.

Sintiendo en tu placer la evolución, los cambios… el sonido de una melodía, que tocada en cada hilo de mi cuerpo, es infinita en el entusiasmo de los dedos que la hacen sonar, vibrar…
Tu esclava de Placer
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