3.01.2007

Entropía




Si cerraba los ojos con fuerza, si deseaba,
podría verla sentada a los pies de aquel lago.
Una bella joven de harapientas vestiduras
que vestiría las mañanas con soleados rayos de luz.
Una joven que buscaba entretenida en su mochila
un viejo costurero.

Buscaba el Hilo, para entrelazar con fuerza los cuerpos,
la Aguja que penetraría las pieles,
Y un Dedal
pero el dedal debería de ser mágico
porque ella sabía,
porque ella tenía,
un dedal que tocaría cada sueño… cada vida.


7 comentarios:

Lucia dijo...

Ahora ya sé
por qué
me entiendes así
y te quiero así.

Debe ser
que un hilo de sol
nos une
y cuando tiras
lo noto
y cuanto tiro
lo sientes.

Y me encanta...


Copas de sueños y vidas.
Siempre.

Lucía

liška dijo...

En ese caos interno hay una viejecita, siempre joven y muy bella
la Sabiduría
que hila los sueños a la vida...

Intuitiva... ;-)


Brindo por ello Lucía

Anónimo dijo...

No sé qué me gusta más, si el poema que me recuerda a un cuento japonés (de la luna llena) o vuestros comentarios.
Yo también conozco esos hilos que unen, por encima del tiempo y de la distancia, esos hilos que cuando el otro los hace vibrar, inmediatamente los sentimos agitarse en nuestro corazón.
Besitos ronroneantes para las dos.

arnand dijo...

Buena manera de acabar el día: descubrir y leer tu blog.
Beso

liška dijo...

cerrando con fuerza los ojos... sintiendo... ummmm.
Ronroneos felinos que comunican nuestros tejados... ;-)




Bonita manera de empezar el día: bienvenido arnand.

Anónimo dijo...

Al lado del canto del abismo
a dos milímetros de la punta de la vida
vive un sueño entregado
Y si miras...
en el centro del agujero negro
en el pequeño costurero
HAY
porque existe un deseo



Te quiero

liška dijo...

Ummm... reverencia y respeto

Gran Dama.